Lina Khatib nació y se crio en Beirut. Sus padres siguen viviendo en Líbano y, sin duda, ella atiende de reojo a su tierra de nacimiento, aunque deja claro que ahora trabaja y vive en Londres. Khatib es una de las voces más respetadas en el estudio y análisis de lo que ocurre en Oriente Próximo, hoy como directora del Instituto SOAS (siglas en inglés de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos), en la capital británica, pero con los prestigiosos centro Carnegie y Chatam House en su currículo. La profesora, ensayista y comentarista atiende a EL PAÍS en Casa Árabe, en Madrid, en el marco de un seminario de la red EuroMeSCo organizado por el Instituto Europeo del Mediterráneo. “Preocupa en Líbano que se convierta en un frente más”, dice preguntada por sus raíces. “[La milicia] Hezbolá sabe que se espera su reacción y lo ha hecho lanzando cohetes hacia Israel, aunque no creo que amplíe su compromiso [en la ofensiva de Hamás]”.
Pregunta. El ataque sobre Israel lanzado el sábado es de gran magnitud. ¿Es Hamás el único responsable?
Repuesta. En lo que respecta al lado palestino, Hamás es sin duda el actor principal en este ataque. Tiene cierta participación de Yihad Islámica, que es otro grupo respaldado por Irán en territorio palestino, en particular en Gaza. En el contexto geopolítico, Hamás cuenta con el apoyo de Irán, al igual que Yihad Islámica y Hezbolá. Cuando se trata de saber quién proporcionó la financiación, la formación y el equipamiento a Hamás, definitivamente Irán es el actor clave aquí junto con Hezbolá. Esta milicia tiene una historia más larga y ha estado ayudando a Hamás en la coordinación, entrenamiento y equipamiento militar durante varios años. Hamás no actúa sin el apoyo iraní.
P. Así que, sin la asistencia de Irán, ¿se podría concebir una ofensiva así?
R. Sin los recursos iraníes, Hamás no tendría el equipo militar ni el entrenamiento ni la financiación que tiene, todo lo cual ha permitido que se produzca este ataque. Deberíamos distinguir entre que Irán ordene que se produzca y Hamás obedezca, y que Hamás quiera llevarlo a cabo e Irán esté de acuerdo y lo apoye. El escenario es el segundo. No es un ataque que Teherán ordenó y Hamás ejecutó. Es un ataque que Hamás ha planeado y ejecutado en asociación con Irán y Hezbolá.
P. ¿Cuál es el objetivo de la operación de Hamás?
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R. El principal es político. Pretende ser un punto de inflexión político para Hamás. Y esto tiene dos niveles. Uno es nacional y el otro es internacional. A nivel interno, a través de este ataque, Hamás quiere mostrar que la Autoridad Palestina, que es en última instancia un rival político, es débil y no representa las voces de los palestinos. En segundo lugar, a nivel geopolítico, Hamás quiere ser visto internacionalmente como el único interlocutor legítimo para los palestinos. Y con esto, Irán también quiere aumentar su propia posición regional. De modo que no se produciría ninguna solución al conflicto palestino-israelí sin que la comunidad internacional negociara con Irán a nivel geopolítico y con Hamás a nivel palestino.
P. ¿Cuál es el caldo de cultivo que explica que se produzca ahora?
R. En los últimos meses, en la relación entre palestinos e israelíes, ha habido muchas tensiones, mucha violencia, especialmente de las fuerzas israelíes contra los palestinos, no solo en Gaza, sino incluso fuera, en Jerusalén. Y esto ha provocado una creciente ira en la población palestina. Hamás ha aprovechado este sentimiento presentándose como el que puede poner fin a esta situación. Por eso, Hamás cuenta con un amplio apoyo entre los palestinos para este ataque, incluso entre los que tradicionalmente no apoyarían a la milicia.
A nivel geopolítico, en los últimos meses se han intensificado las conversaciones entre Arabia Saudí, Israel y Estados Unidos, y se ha involucrado a la Autoridad Palestina para negociar un acuerdo entre estos actores. Este habría aportado algunas garantías de seguridad para Arabia Saudí y habría presentado algún tipo de solución para el conflicto palestino-israelí, involucrando a la Autoridad Palestina para cualquier solución. Por supuesto, Hamás ha sido excluido. Y a medida que estas conversaciones cobran impulso, Hamás corre el riesgo de ser políticamente irrelevante o excluido y, por lo tanto, quiere afirmarse políticamente a nivel internacional.
P. Lo más difícil de explicar es la falta de previsión e información de inteligencia en Israel.
R. Cada vez hay más informaciones sobre cómo Hamás se preparó militarmente, el entrenamiento que realizaron. Y, sin embargo, Israel no lo vio venir. Tal vez no hubo suficiente coordinación dentro de Israel entre, por ejemplo, el Mosad y otros elementos del Ministerio del Interior y el ejército. Quizás las divisiones políticas en Israel hayan influido en esta falta de coordinación. Y cuando hay falta de coordinación de esta manera, ciertas cosas se pasan por alto en un escenario complejo como este. La inteligencia estadounidense tampoco lo vio venir. Pero creo que en parte esto se debe también a que muchos en Occidente, incluido Israel, consideraban que el conflicto palestino-israelí estaba estancado, que en cierto modo llegaba a un punto muerto, que era algo de baja intensidad. Nadie esperaba realmente que Hamás actuara a este nivel en una campaña militar contra Israel.
P. ¿Qué coste tendrá para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu?
R. Netanyahu contribuyó en muchos sentidos a este ataque por el comportamiento del Gobierno de extrema derecha que él lidera, donde puso a un extremista a cargo del Ministerio del Interior. Netanyahu, al mismo tiempo, se enfrenta a un proceso judicial y necesita estar en el poder. De lo contrario, podría acabar en prisión. Estar en el poder le otorga inmunidad y, por lo tanto, es importante que Netanyahu permanezca en el poder para no terminar encarcelado por corrupción, donde será condenado. Es por eso que ha involucrado a otros líderes de partidos políticos rivales para formar un gobierno de emergencia, que es una especie de coalición entre él, [Benny] Gantz y [Yair] Lapid, para que no quede aislado.
Israel pierde prestigio si sus propios ciudadanos lo ven débil frente a Hamás, y esa es otra razón por la que Netanyahu quiere demostrar que es firme en su respuesta. Y por eso el ejército israelí ha anunciado un asedio completo de Gaza. Creo que no llegará a ser una invasión terrestre total, porque tendría un precio muy alto tanto para Israel como para los ciudadanos palestinos. Pero un asedio, por supuesto, tiene un alto coste, principalmente para los palestinos.
P. La respuesta israelí hace prever que cientos de palestinos, entre ellos, civiles, pierdan la vida. ¿Tiene Hamás apoyo suficiente en los territorios ocupados para mantener su agresión a Israel?
R. La situación en Gaza es inhumana. Muchos, incluida yo misma, la han descrito como una prisión al aire libre. Tenemos un asedio que ha estado vigente durante aproximadamente dos décadas, una situación en la que la gente no tiene adónde ir, por lo que es un territorio densamente poblado. No hay medios para ganarse la vida. Estas personas se sienten desesperadas, con pocas opciones. Y si una campaña militar, incluso a un alto precio, significa un cambio en el statu quo, entonces mucha gente estará dispuesta a hacer ese sacrificio.
P. Los Acuerdos de Abraham alcanzados por Israel con otros países árabes, ¿afectarán a la respuesta de la región ante la escalada de la violencia?
R. Los Acuerdos de Abraham no se referían realmente a Israel y Palestina. Trataban de la relación entre los diferentes países árabes que firmaron con Israel. Nunca tuvo la intención de ser una solución para el conflicto palestino-israelí. Pero hay otros actores que han estado muy involucrados en tratar de resolver este conflicto, como Egipto, Jordania y Arabia Saudí, que sostiene que sigue comprometida con los términos de la Iniciativa de Paz Árabe, que defiende la solución de dos Estados. Lo ha reiterado tras los ataques. Arabia Saudí, Jordania y Egipto han manifestado que buscarán reunirse y tratar de encontrar una salida a este conflicto. Los países árabes que tradicionalmente han estado involucrados lo siguen estando. Este conflicto no ha cambiado quiénes son vistos como mediadores de paz. Pero una cosa está clara: este ataque hace que sea muy difícil para Arabia Saudí seguir adelante con su plan de hablar con Israel, Estados Unidos y la Autoridad Palestina sobre una posible solución.
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