Viento y agua: tormenta perfecta, para bien, en el mercado eléctrico español. El precio de la luz se encamina a su semana más barata en lo que va de año, volatilizando los registros de principios de año y de primavera: entre el lunes y el viernes, el precio medio en el mercado mayorista ronda los 30 euros por megavatio hora (MWh), tres veces menos que en la media de 2023. Dado que los dos días restantes son de fin de semana, en los que la demanda cae y los precios tienden a ser más bajos, y que la producción renovable seguirá siendo alta, nada invita a pensar en un cambio de trayectoria. Hasta ahora, la semana con la luz más barata se registró en enero, cuando se superaron por poco los 37 euros.
Tras batir el mínimo anual este jueves (4,4 euros por MWh), el precio de la electricidad subirá muy ligeramente este viernes, hasta los 5,8 euros. Es, con todo, la tercera más baja en lo que va de 2023 y 15 veces menos que en el promedio del año, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). “La previsión es que el viento no afloje hasta el lunes. Muy probablemente sea la semana más barata de, como mínimo, de este año”, apunta Xavier Cugat, gestor de proyectos de energía renovable y experto en temas energéticos.
El domingo, augura Francisco Valverde, de la consultora Menta Energía, “puede que batamos incluso el récord histórico de horas a cero: no solo no tiene pinta de que se vaya a torcer, sino que probablemente vaya a más”. Lo más probable, sin embargo, es que esta buena racha termine el lunes: “Volverá a subir, con horas de madrugada todavía baratas, pero con una hora de la cena ya cara. Y el martes y el miércoles también tienen pinta de ser mucho más caros que estos días”.
El encadenamiento de borrascas es la mejor noticia posible para los hogares adheridos al mercado regulado, alrededor de uno de cada tres. Son los que se benefician de manera más clara, porque sus tarifas beben directamente de los precios en el mercado mayorista. El resto, los que están en el libre, solo se benefician de las caídas cuando les toca renovar con su eléctrica y pueden optar —en según qué casos— por un contrato más ventajoso.
Pese a este fuerte descenso en los últimos días, en octubre —un mes en el que han convivido días de cotizaciones muy altas y jornadas muy económicas— el precio de la electricidad en España fue algo más alto que en los dos mayores países europeos: Alemania —un 3% más, según la comparativa publicada por la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE)— y Francia —casi un 7% más—.
Los futuros apuntan, sin embargo, a un 2023 notablemente más barato: menos de 92 euros por MWh, un 45% menos que el año pasado (casi 130 euros), un 6% menos que en Alemania y un 18% menos que en Francia. Sin embargo, apostilla la asociación, “la gran industria francesa y alemana compra su electricidad con contratos más competitivos que el precio de mercado”. En el país vecino, por ejemplo, el sector secundario paga poco más de 40 euros por MWh.
El viento y el agua, claves
La entrada de grandes rachas de viento en las últimas semanas ha convertido a la eólica en la mayor fuente de energía en España: algo más del 30% de la matriz nacional en octubre, con contribuciones superiores al 50% en algunas jornadas, convirtiendo en mayoritaria la producción renovable. “Eso ha hundido los precios”, apuntan los analistas de la consultora energética ASE. El día 20, viernes, los aerogeneradores cubrieron el 70% de la demanda y se quedaron a un paso de batir su récord histórico de producción. En octubre, la aportación de la eólica fue un 16% mayor al mismo mes de 2022 y un 36% superior a la media de octubre en los cinco últimos años.
La otra fuente que ha dado un importante estirón en las últimas semanas ha sido la hidroeléctrica, gracias a las cuantiosas lluvias caídas: los saltos de agua aportaron más del doble que en octubre del año pasado (un 117% más, según los datos recopilados por ASE). “La hidro está remotando, claramente”, constata Valverde. “La fluyente ha triplicado su aportación diaria desde principios de octubre y, aunque las cuencas siguen hechas una pena, las danas y los días de lluvia se van notando”. La generación de esta tecnología no está aún en máximos del año, una cifra que todavía corresponde a principios de 2023, pero lo está rozando. Y con esta borrasca seguirá yendo para arriba”.
La mitad de la potencia nuclear, parada
“Lo llamativo es que vayamos camino de la semana más barata del año con la mitad de la potencia nuclear parada: dos centrales están en recarga, y otras bajando la potencia del resto para evitar vertidos mayores, por decisión de los propios dueños de las centrales”, subraya Cugat. “Habíamos visto bajar algo de potencia a la nuclear, pero no tanto como estos días: hoy va a ser el día de menos generación [atómica] desde, como mínimo, el 1 de enero de 2018. Es como si hubiese cuatro reactores parados de siete”. Esta menor actividad, subraya, empieza a afectar la viabilidad económica de las plantas: “El incentivo de los propietarios para tenerlas en marcha baja, y quién sabe si terminará adelantando el calendario de cierre″. Tal como está hoy, va de 2027 a 2035.
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